sábado, 25 de agosto de 2012


22 agosto/12
Cuidado integral
Enfermería


ALIMENTACIÓN SEGÚN SU DESARROLLO BIOLÓGICO

PREESCOLAR: 2 A 6 AÑOS
La etapa preescolar tiene una particular importancia en el establecimiento de los hábitos alimentarios, por ser años de aprendizaje y formación; las costumbres adquiridas durante este lapso repercutirán a lo largo de toda la vida del individuo.

Entre los 3 y 6 años de edad, los incrementos anuales en el peso y la talla son de alrededor de 2 kilos y 6 centímetros, respectivamente.
En este periodo el niño tiene una tasa de crecimiento menor que en los años anteriores y por lo tanto sus requerimientos disminuyen. Igualmente el organismo en ésta etapa no almacena grasa y se presenta una aparente delgadez que es causa de preocupación.
Es importante que los padres conozcan estas características de desarrollo del niño, las entiendan y eviten entrar en conflicto y generar problemas alimentarios. El maltrato y el utilizar los alimentos como premio o castigo conducen a selecciones inadecuadas y desinterés por la comida.

No hay diferencias notables entre niños y niñas en lo que respecta al peso y talla, aunque sí existen pequeñas variaciones en la composición corporal; por ejemplo desde esta etapa es notable la diferencia en el área grasa que se incrementa más en las niñas que en los niños, sin embargo, no hay diferencia en cuanto a las necesidades nutricionales en uno y otro sexo, pues estas se empiezan a manifestar hacia el final de la edad escolar.

Durante esta etapa es necesario fomentar un cuidado especial en la salud bucal y en la formación concreta de hábitos de higiene. Una alimentación que contenga alimentos que requieren masticación vigorosa, es mejor para mantener la normalidad de las encías, en tanto que los alimentos suaves y pegajosos fácilmente se adhieren al diente, en especial en el borde gingival, lo cual contribuye a la aparición de enfermedades dentales. La dentadura bien formada y calcificada parece tener mayor resistencia a la caries que la dentadura deficiente.

Como los niños están creciendo y desarrollando los huesos, dientes, músculos y sangre, necesitan más alimentos nutritivos en proporción con su peso que los adultos.

Pueden tener el riesgo de desnutrición cuando su apetito disminuye por mucho tiempo, aceptan un número limitado de alimentos o diluyen sus menús de manera importante con alimentos deficientes en nutrientes. En estos casos es conveniente averiguar si hay un problema orgánico o psicológico.

ESCOLAR: 7 A 12 AÑOS
A esta etapa se le ha denominado período de crecimiento latente, porque durante ella son muy estables las tasas del crecimiento somático y los cambios corporales se producen de una manera lenta y gradual. En este período se acentúan el dimorfismo sexual y las modificaciones en la composición corporal son evidentes. Así mismo en esta etapa los incrementos en el peso y la estatura se mantienen constantes. Conforme aumenta la edad, las mujeres van teniendo mayores incrementos que los hombres en el peso y la talla.

Las mujeres inician primero sus cambios y por unos pocos años son más altas que los hombres de su misma edad; después ellos aceleran su desarrollo, su aumento en talla es más intenso y sostenido y generalmente sobrepasan la talla de la mujer.

Antes de la pubertad se vuelve a almacenar grasa (rebrote de adiposidad) que se usará como energía para el estirón puberal, la mujer lo continuará haciendo durante y después de la pubertad y el hombre formará masa libre de grasa. Es importante saber que si en ésta etapa se es obeso, la probabilidad de seguir siéndolo en la edad adulta es muy grande y la obesidad que se adquiere es de tipo hiperplásico especialmente.

La relación alimentaria es un proceso interactivo en el que participan la madre o quien la sustituya y el niño y se conforma con las interacciones que se suceden en torno a la alimentación: selección, compra, ingestión, actitudes y comportamientos. La alimentación ofrece múltiples oportunidades para que el niño desarrolle habilidades y aprenda a hacer cosas por sí mismo.

En esta etapa se presenta la división de responsabilidades: los encargados del niño son los responsables de qué comida se ofrece y la manera como ésta se hace; los niños por su parte son responsables de cuánto comer, y de hecho de comer o no hacerlo.
El mundo del niño se amplía y las oportunidades de comer fuera del ambiente familiar se multiplican, se expone a diferentes alimentos y diversas formas de prepararlos, con distintos horarios y lugares. El qué comer, cómo y dónde hacerlo depende en ocasiones en esta edad, más de una comunidad que de la familia.

En los últimos años de la etapa escolar el niño pasa más tiempo fuera de casa en compañía de sus compañeros, quienes adquieren una gran influencia sobre él: al comer con los amigos se establece una forma de recreación y sociabilidad importante en esta edad. El grupo define qué alimentos se comen, donde y cómo se ingieren.

Por lo general están muy influidos por la publicidad y tienden a copiar modelos foráneos no sólo en cuanto a la comida sino al tipo de imagen corporal deseable.


Tomado de:
GUÍAS ALIMENTARIAS para la población colombiana mayor de dos años, MINISTERIO DE SALUD INSTITUTO COLOMBIANO DE BIENESTAR FAMILIAR, Santafé de Bogotá, Colombia 1999.


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