22 agosto/12
Cuidado integral
Enfermería
ALIMENTACIÓN SEGÚN SU
DESARROLLO BIOLÓGICO
PREESCOLAR: 2 A 6 AÑOS
La
etapa preescolar tiene una particular importancia en el establecimiento de los
hábitos alimentarios, por ser años de aprendizaje y formación; las costumbres
adquiridas durante este lapso repercutirán a lo largo de toda la vida del
individuo.
Entre
los 3 y 6 años de edad, los incrementos anuales en el peso y la talla son de
alrededor de 2 kilos y 6 centímetros, respectivamente.
En
este periodo el niño tiene una tasa de crecimiento menor que en los años
anteriores y por lo tanto sus requerimientos disminuyen. Igualmente el
organismo en ésta etapa no almacena grasa y se presenta una aparente delgadez
que es causa de preocupación.
Es
importante que los padres conozcan estas características de desarrollo del
niño, las entiendan y eviten entrar en conflicto y generar problemas
alimentarios. El maltrato y el utilizar los alimentos como premio o castigo
conducen a selecciones inadecuadas y desinterés por la comida.
No
hay diferencias notables entre niños y niñas en lo que respecta al peso y talla,
aunque sí existen pequeñas variaciones en la composición corporal; por ejemplo
desde esta etapa es notable la diferencia en el área grasa que se incrementa
más en las niñas que en los niños, sin embargo, no hay diferencia en cuanto a
las necesidades nutricionales en uno y otro sexo, pues estas se empiezan a
manifestar hacia el final de la edad escolar.
Durante
esta etapa es necesario fomentar un cuidado especial en la salud bucal y en la
formación concreta de hábitos de higiene. Una alimentación que contenga
alimentos que requieren masticación vigorosa, es mejor para mantener la
normalidad de las encías, en tanto que los alimentos suaves y pegajosos
fácilmente se adhieren al diente, en especial en el borde gingival, lo cual
contribuye a la aparición de enfermedades dentales. La dentadura bien formada y
calcificada parece tener mayor resistencia a la caries que la dentadura
deficiente.
Como
los niños están creciendo y desarrollando los huesos, dientes, músculos y sangre,
necesitan más alimentos nutritivos en proporción con su peso que los adultos.
Pueden
tener el riesgo de desnutrición cuando su apetito disminuye por mucho tiempo,
aceptan un número limitado de alimentos o diluyen sus menús de manera
importante con alimentos deficientes en nutrientes. En estos casos es
conveniente averiguar si hay un problema orgánico o psicológico.
ESCOLAR: 7 A 12 AÑOS
A
esta etapa se le ha denominado período de crecimiento latente, porque durante
ella son muy estables las tasas del crecimiento somático y los cambios
corporales se producen de una manera lenta y gradual. En este período se
acentúan el dimorfismo sexual y las modificaciones en la composición corporal
son evidentes. Así mismo en esta etapa los incrementos en el peso y la estatura
se mantienen constantes. Conforme aumenta la edad, las mujeres van teniendo
mayores incrementos que los hombres en el peso y la talla.
Las
mujeres inician primero sus cambios y por unos pocos años son más altas que los
hombres de su misma edad; después ellos aceleran su desarrollo, su aumento en
talla es más intenso y sostenido y generalmente sobrepasan la talla de la
mujer.
Antes
de la pubertad se vuelve a almacenar grasa (rebrote de adiposidad) que se usará
como energía para el estirón puberal, la mujer lo continuará haciendo durante y
después de la pubertad y el hombre formará masa libre de grasa. Es importante
saber que si en ésta etapa se es obeso, la probabilidad de seguir siéndolo en
la edad adulta es muy grande y la obesidad que se adquiere es de tipo
hiperplásico especialmente.
La
relación alimentaria es un proceso interactivo en el que participan la madre o
quien la sustituya y el niño y se conforma con las interacciones que se suceden
en torno a la alimentación: selección, compra, ingestión, actitudes y
comportamientos. La alimentación ofrece múltiples oportunidades para que el
niño desarrolle habilidades y aprenda a hacer cosas por sí mismo.
En
esta etapa se presenta la división de responsabilidades: los encargados del niño
son los responsables de qué comida se ofrece y la manera como ésta se hace; los
niños por su parte son responsables de cuánto comer, y de hecho de comer o no
hacerlo.
El
mundo del niño se amplía y las oportunidades de comer fuera del ambiente familiar
se multiplican, se expone a diferentes alimentos y diversas formas de
prepararlos, con distintos horarios y lugares. El qué comer, cómo y dónde
hacerlo depende en ocasiones en esta edad, más de una comunidad que de la
familia.
En
los últimos años de la etapa escolar el niño pasa más tiempo fuera de casa en
compañía de sus compañeros, quienes adquieren una gran influencia sobre él: al comer
con los amigos se establece una forma de recreación y sociabilidad importante
en esta edad. El grupo define qué alimentos se comen, donde y cómo se ingieren.
Tomado
de:
GUÍAS
ALIMENTARIAS para la población colombiana mayor de dos años, MINISTERIO DE
SALUD INSTITUTO COLOMBIANO DE BIENESTAR FAMILIAR, Santafé de Bogotá, Colombia
1999.
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