Temas semana del 18 al 20 septiembre
del 2012
Competencias básicas
Organización del tiempo: Técnicas de
estudio
Algunas técnicas para organizar
eficazmente el tiempo
Con un buen método de estudio, una
disciplina de horarios
y una buena utilización de ciertas
herramientas, los resultados positivos son inmediatos.
El primer punto a tener en cuenta al
iniciar un proceso de estudio eficaz es la organización y la constancia. Es
decir, su planificación.
Ante todo, se deberán evitar
situaciones tales como:
La desorganización (del tiempo, del
material, del espacio).
La inconstancia, tanto en las
sesiones dedicadas al estudio en forma privada, como en la asistencia a clases.
La superficialidad: hacer las cosas
para salir del paso (asistir a clases como un mero espectador, leer de forma
pasiva, atender más a cómo dice las cosas el profesor que a lo que dice).
La distracción o falta de
concentración, que dependen, generalmente del desinterés o de una mala
comprensión de lo que se estudia (cuando lo que se lee o se escucha solo se ve
o se oye, sin buscar su significado, su sentido).
Todas las situaciones anteriores
están relacionadas con el tiempo, ya que si se estudia superficialmente, sin
constancia, desorganizadamente o sin concentración, el resultado es la pérdida
de tiempo, el poco rendimiento y el cansancio excesivo.
La manera en que se emplea el tiempo
es una cuestión de hábitos, de una serie de comportamientos repetitivos, susceptibles
de ser modificados. Si estamos siempre corriendo para completar tareas urgentes,
probablemente significa que estamos teniendo problemas para administrar el
tiempo, para identificar prioridades, o adquiriendo el hábito de posponer las
tareas.
¿Cuáles son las técnicas que pueden
ayudarnos a lograrlo? Veamos una lista de ellas.
1. Tratar de crear un lugar –en lo
posible fijo– para estudiar, con los elementos necesarios.
2. Reconocer que estudiar es tan
importante como las necesidades y requerimientos de los demás. Establecer
límites a las interrupciones.
3. Diseñar un horario personal de
trabajo y utilizar un calendario visible. Para esto puede ser útil:
a. elaborar una lista de todos los
trabajos, exámenes y entregas con sus respectivas fechas;
b. priorizar las actividades
ordenándolas según su importancia;
c. identificar las horas de mayor
energía y planificar las tareas y actividades que exigen mayor esfuerzo en esos
horarios;
d. reservar los horarios de menos
energía para el descanso y las actividades más relajadas.
4. Elaborar un horario realista que
incluya tiempo diario de sueño, comidas, vida social y ejercicios y/o
relajación.
5. Poner a prueba el horario
diseñado: ajustarlo tras ponerlo a prueba por una semana.
6. Observar y estimar con precisión
el tiempo que lleva cada una de las actividades que se realizan.
Es importante tener en cuenta que
para desarrollar buenos hábitos de estudio es necesario planificar el tiempo,
determinar qué se va a estudiar, cuándo, qué material se utilizará, etc. Se
trata de hacer cada cosa en su momento, con regularidad.
Es realmente aconsejable armar un
horario personalizado. Para hacerlo, puede ser útil considerar los siguientes
aspectos:
Confeccionar el horario a partir de
las horas fijas (trabajo, comidas, dormir, clases, otras actividades, etc.),
procurando aprovechar todas las que queden libres, aunque sean breves espacios
de tiempo.
Se recomienda como mínimo una hora
de estudio por cada hora de clase, aunque ello dependerá de las dificultades
que la materia genere. Es importante dedicar a cada asignatura un tiempo
proporcional a su dificultad e importancia.
Distribuir el tiempo de estudio por
materias concretas. Es decir, no basta poner: estudio de 6 a 9; hay que tener
claro, por ejemplo: de 6 a 7 Matemáticas; de 7 a 8 Derecho; de 8 a 8:30
Literatura, de 8:30 a 9 Psicología, etc. Así se evita perder tiempo dudando
sobre qué estudiar. La idea es distribuir el tiempo dedicado a cada asignatura:
es mejor estudiar cada materia en varias sesiones cortas a lo largo de la
semana, que un solo día en una sesión larga.
Las sesiones de estudio para una
misma materia no deberían exceder de hora y media seguida, salvo en caso de
examen. Es bueno un pequeño descanso y, luego, cambiar de materia o actividad,
dejar de estudiar y hacer deberes. Para descansar, es aconsejable cambiar de
actividad intelectual o hacer un cambio mental total, procurando relajar los
músculos y los sentidos, o simplemente, estar un rato sin hacer nada.
Estudiar cada día las materias
tomadas en clase, lo más cerca posible de la explicación. Eso ayudará a fijar
los conceptos con mayor facilidad.
Dedicar un tiempo al repaso cada
día: refrescar lo estudiado.
Es imprescindible dedicar a diario
un rato a distraerse, hacer ejercicio, etcétera.
Estudiar siempre a las mismas horas
y en un mismo lugar favorecerá el nivel de concentración y el rendimiento, ya
que irá creando un hábito.
Ser rígido con la planificación.
Cumplir el horario hasta crear un hábito
Asegurarse de estudiar un número de
horas suficiente como para aprobar los exámenes, sin agobios y prisas de última
hora.
Una vez planificados los tiempos, es
importante tener en cuenta algunas cuestiones para lograr que el tiempo dedicado
al estudio resulte realmente efectivo:
Combatir la somnolencia: es
recomendable salir a caminar o despejarse en lugar de dormir siestas.
Establecer descansos durante el
estudio: un receso de 5 minutos es motivador y el material estudiado tiene
tiempo de asentarse. Es recomendable hacer un repaso de lo estudiado antes de
cada receso.
Utilizar recordatorios para saber
dónde retomar el estudio la próxima vez.
Para saber más…
Existe una técnica llamada pomodoro,
basada en la idea de que las pausas frecuentes pueden mejorar la habilidad
mental, que trata de ofrecer una respuesta eficaz para la organización del
tiempo.
Propone dos conceptos principales:
la gestión de tareas y los “pomodoros”. La gestión de tareas implica trabajar
con dos papeles: un inventario de tareas del que podemos elegir las que vamos a
realizar a lo largo del día –y apuntar otras nuevas– y una hoja de tareas para
completar con dos apartados –uno para las tareas planificadas y otro para
tareas no planificadas y urgentes que puedan surgir–. En esta hoja, iremos apuntando
cuántos pomodoros tardamos en completar cada tarea. Un pomodoro es una unidad
mínima de trabajo –es indivisible– y duraexactamente 25 minutos: durante esos
minutos nada debe distraer de la tarea que se esté realizando. Un pomodoro
exige una concentración total y absoluta durante 25 minutos: luego hay que
tomarse de 3 a 5minutos libres para despejarse y relajarse. Al final de cada
ciclo de cuatro pomodoros, el tiempo libre asciende a 15-30 minutos.
Plan de trabajo
La mejor manera de ir asimilando los
distintos contenidos de las diferentes materias es trabajarlas con continuidad,
estableciendo un ritmo de estudio propio, que les permita llegar a los exámenes
sin agobios de última hora.
Estudiar un día mucho y los dos
siguientes no hacer nada no es una buena estrategia.
Sería equiparable al deportista que
un día se entrena intensamente y los siguientes absolutamente nada; no sería la
forma más eficaz de prepararse para una competencia.
Con todo lo que han visto hasta
aquí, podrán deducir que organizar el tiempo de estudio para lograr que sea más
eficaz y llegar a mejores resultados no es otra cosa que establecer un plan de
trabajo que incorpore las sesiones de estudio en la vida cotidiana.
Ese plan de trabajo debe contemplar
las múltiples actividades que desarrollan (estudios, actividades
extraescolares, deporte, ocio) y contemplar una planificación a fin de obtener
el tiempo necesario para llevarlas a cabo. Es una cuestión de eficacia: llevar
a cabo de forma satisfactoria todas las obligaciones e intereses conlleva la
necesidad de una distribución racional del tiempo de trabajo.
La planificación tiene que ser
individual. Cada estudiante es diferente, debe valorar sus aptitudes y su grado
de preparación para cada una de las materias, conocer cuáles le resultan más
fáciles y cuáles más difíciles, las horas del día en que le es más fácil
estudiar, las lagunas que nota en sus conocimientos, la atracción que siente
por cada una de las asignaturas y su propio ritmo de aprendizaje.
Para que realmente funcione, el plan
de trabajo debe ser realista, debe ser un plan que cada uno pueda llevar a cabo
teniendo en cuenta sus características personales a fin de conseguir que a lo
largo del tiempo marche de manera exitosa.
Les proponemos pensar acerca de qué
hábitos creen que deberían modificar para obtener un mayor rendimiento de su
tiempo.
Si tienen una cuenta de correo
electrónico de Google, pueden utilizar las herramientas calendario y tareas
para organizar su tiempo y plan de trabajo. Para conocer más estas interesantes
aplicaciones pueden visitar la siguiente página web. Si quieren sacar una
cuenta de Gmail
.
Bibliografia:
http://competenciastic.educ.ar